Que bien nos viene el verano para ponernos un poco en forma,
preocuparnos por el sobrepeso y sobre
todo para aligerar la mente de tensiones y preocupaciones.
Como cada año buscamos un nuevo bañador y una ropa que nos de alegría. Nos desprendemos de nuestro atuendo habitual y horteramente nos disfrazamos de lo que nos gustaría ser el resto del año. Nos deshacemos de preocupaciones y es lo que realmente nos descansa.
Como cada año buscamos un nuevo bañador y una ropa que nos de alegría. Nos desprendemos de nuestro atuendo habitual y horteramente nos disfrazamos de lo que nos gustaría ser el resto del año. Nos deshacemos de preocupaciones y es lo que realmente nos descansa.
Pues bien, nuestro
entorno más cercano también necesita unas vacaciones.
Es el momento de
aligerarlo. Desprendernos de todas esas cosas que nos desbordan y nos
inmovilizan.
Todos estos objetos que en algún momento de nuestra vida
hemos “necesitado” y que jamás volveremos a usar.
Cosas que se van
guardando en los armarios, apretujando en los cajones y enquistando en los
rincones. Todas esas cosas que acumulamos o guardamos pensando que algún día
volverán a servirnos y que por si acaso guardamos. Esa ropa que creemos
impecable y que recordamos nos sentaba tan bien, esa colección de recuerdos,
esa enciclopedia fasciculada que con tanto interés compramos pensando en lo infalible que algún día nos resultaría cuando nos entrara la duda sobre iba a ser
si necesitáramos responder a la pregunta
de cuantos anillos lobulados tiene el camaleón adulto africano en su periodo de
procreación.
Nada mejor que una mudanza para darse cuenta de la cantidad
de objetos que guardamos y no usamos, que creemos que volveremos a aprovechar y
que jamás lo haremos.
En un dialogo de película de ladrones, el viejo y
experimentado caco le aconseja al novatillo: “nunca tengas nada que no puedas
abandonar en menos de 30 segundos”.
Mi huida no sería tan desesperada pero si me he preguntado
alguna vez con que cosas realmente me quedaría. En algunos casos he pensado que
me quedaría con algo de valor económico:
un mueble, alguna prenda, un cuadro o
incluso algún aparato. En la mayoría de los casos la respuesta ha sido más
afectiva que material: unas fotos o algún objeto intimo. Pero cada vez más a menudo me respondo: “Nada,
no me quedaría con nada”. Todo me parece sustituible y los recuerdos: recuerdos.
Ese espíritu acumulativo, esas ganas de poseer, ese afán por
guardar cada vez se nos va a ir despegando más.
La movilidad laboral, las viviendas de alquiler , el
disfrutar del espacio o las ganas de renovar se van a imponer.
Lo mismo que ya no nos compramos ropa para toda la vida y la
caducidad de las cosas nos parece más efímera. Pronto nos van a parecer
obsoletas las idea de comprar para guardar, los muebles para toda la vida y los
objetos heredables.
Quedarnos con lo esencial y disfrutarlo. Gastaremos
menos y nos sentiremos mejor
Mi consejo: Deshacerse de lo no esencial. Comprar bueno, comprar barato, comprar ligero.
Recompensa: Recobrar el espacio perdido y sentirse aliviado.
4 comentarios:
Tan cierto, tan real, totalmente de acuerdo!!!! Menos es más....Xx
Jajajaja que razon tienes todas esas cosas son como inquilinos que ocupan pero con la diferencia q no pagan renta!!! Jajaja zafarrancho en el ranchito!!!! Un beso!!!
http://blog.ted.com/2011/10/05/less-stuff-more-happiness-graham-hill-on-ted-com/
Nada mejor que una mudanza para poner en evidencia nuestra verdadera fortaleza (o fragilidad) física y emocional. A medida que empaquetamos esos objetos más o menos valiosos, más o menos queridos, más o menos necesarios y finalmente desechamos todos aquellos "porsiacasos" que hemos ido acumulando con los años o los demás han acumulado por nosotros, vamos haciendo balance y si lo hacemos bien...conseguiremos pasar página o incluso seremos capaces de empezar a llenar nuestro nuevo cuaderno de notas vital con bendita ilusión infantil. A mí me cuesta desprenderme de todos mis recuerdos...., pero tienes razón...los buenos, los que merece la pena conservar, no son los que ocupan espacio físico......
Publicar un comentario