.

.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

SILLAS CHAMPAN EN ROSITA


No recuerdo ni el titulo de la peli, ni los actores ni siquiera de que iba, pero si recuerdo que el prota, después de una cena romántica le regala a la chica una sillita hecha con el alambre de la botella de champan que, quiero recordar, se pimplaron previamente.
Me pareció un divertido detalle.
Al de un tiempo, al descorchar una botella de champán recordé la escena e imité la sillita. Me divirtió, y a la gente de mi alrededor les sorprendió. Para  la segunda vez que cayó en mis manos otro alambrecito empezó mi reto: hacerla distinta a la anterior.
Recuerdo que le di un toque más clásico, más Thonet. Ahí empezó otro reto: tratar de no repetir, hacerlas siempre con la mano y sin introducir ningún otro material. Era algo divertido para una sobremesa, incluso entretenido para cuándo la conversación no va contigo.
De mis manos, han  ido saliendo inspirado: 
muchas Agathas, alguna Stark, varias Thonet, alguna Edra, varias Vitras, Knolles, últimamente Rimadesios, reclinables, taburetes, hamacas, mecedoras, más modernillas, otras más vintage, alguna futurista, minimalistas, barrocas , algún trono y hasta una de Ikea, por supuesto desmontada, que le regalé a Maite con todo mi cariño para su colección y como un guiño a la devoción que les tiene.
Muchas sobremesas después, mi amigo Juan Marchante, al que no se le escapa nada, al verme hacer una para mi amiga Begoña, me plantea exponerlas en su tienda Rosita. Un lugar donde se respira gusto por el diseño. 
Y ahí están invitadas mis setenta y cinco sillitas disfrutando de un sitio destacado en su escaparate,  atendidas como si fueran modelos de pasarela junto a las espectaculares sillas Edra “de verdad”.
Muy divertido!
Muchas gracias.



I don’t recall the title of the flick nor the actors in it... not even what the flick was about, but I do recall the scene of the romantic dinner, and the main actor giving the girl a tiny chair made out of the champagne cork holder which, if I remember correctly, they had just quaffed.

I found it funny.

Some time later, after uncorking a bottle of champagne I remembered that scene and I copied the tiny chair. I had fun making it and people around me found it surprising. The next time I got hold of another cork wire, I took up the challenge of making a new one, different from the first.

I remember giving it a more classical touch, a Thonet touch. So began a new challenge…try not to repeat them, always make them by hand and without using any other materials. It was something amusing to do at after-meal chats, even entertaining, when losing interest in the conversation around.

Coming out of my hands…many Agathas, some Starks, several Thonets, the odd Edra, some Vitras, Knolls, a few Rimadesios lately, reclining seats, stools, hammocks, rocking chairs, some modern, others, more vintage, even a futuristic one, minimalist, baroque, some thronet or another and even one  "a la Ikea", disassembled, of course, that, with affection, I gave Maite for her collection as a nod to her devotion to them.

Several after-meal chats afterwards, my friend, Juan Marchante, who never misses a thing,  saw me make one for my friend Begoña, and offered me the possibility of displaying them at Rosita’s, his shop, a place oozing good taste for design.

And there they are…. my seventy-five chairs as guests of honour in his shop window, very much like models doing the catwalk, next to “actual” Edra chairs.

Funny, indeed!

Thank you.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Eduardo:
Como siempre una vez mas me encanta, ese entusiasmo de critica,hacia todo lo que pasa,en este mundillo nuestro.

Anónimo dijo...

Hola Edu…

¡Que guay las sillitas! Son super bonitas, hasta que no las ves… no te las imaginas…. ¡que gracia!

Anónimo dijo...

¡Espectacular! Solo a alguien con tu sensibilidad estética podía hacer algo creativo con un alambre de champan. Precioso, habrá que pasar a ver la exposición.
Un saludo,

eduardo susaeta interiorista dijo...

muchas gracias a todos.
me alegro que os guste !!!
espero que incluso os haga sonreir.

Anónimo dijo...

No entiendo nada de sillas de diseño y para el caso, casi nada de diseño en general, pero he visto la colección de sillitas en Rosita y realmente lamento no ser experta para poder reconocer el estilo de cada una y saber cómo "se llaman". Pensándolo mejor, no necesito saber sus nombres. Edra, Thonet o Vitra no me dicen nada, pero las sillitas sí y creo que, al fin y al cabo, de eso se trata. Maravillosas y únicas, se llamen como se llamen. Por cierto, la que acompaña a este artículo me recuerda un montón a Elvis y no sé por qué....jaja

eduardo susaeta interiorista dijo...

Bueno, cada una tiene una cierta referencia, o incluso ninguna.
Tampoco están basadas en un estilo en concreto. Está claro que casi todas tienen su "guiño" hacia una silla real en concreto.
En realidad salen como salen.
Pero de todas espero que animen a una sonrisa.